martes, 24 de agosto de 2010

Mburuvicha Lugo


Cansado de las mentiras y decepcionado de quienes eligió en mayo del 2003 para gobernar y legislar hasta el 2008, el pueblo paraguayo votó por el cambio y seleccionó a un ex obispo para tenerlo como presidente. Setecientos setenta y siete comentarios, cinco mil especulaciones periodísticas y millones de conversaciones generaron en menos de una semana la elección Fernando Lugo como nuevo Jefe de Estado o mburuvicha de Paraguay.
Algunos autodenominados analistas políticos gastaron litros de saliva para hablar y decir cualquier cosa, otros, que se creyeron muy vivos, aprovecharon los micrófonos o las cámaras de TV para lanzar nombres de sus cuates o de conocidos sinvergüenzas como candidatos a cargos ministeriales, diplomáticos, consulares o aduaneros.

No faltaron los halagadores y nuevos efusivos amigos del ganador, quienes con sus loas, abrazos o discursos buscan llamar la atención del flamante mburuvicha electo para pedir un zoquetito en la repartición de algún ministerio.

El cambio también generó pesar, angustia, aflicción y desconsuelo entre quienes el próximo 15 de agosto deben dejar sus cómodas poltronas ministeriales después de años de privilegios que fecundaron y fortalecieron vicios, corrupción, injusticia e impunidad.

También aparecieron y levantaron la voz algunos de los derrotados que no se resignan ni quieren admitir que el cambio se decidió con el voto para dar oportunidad a otros o a los postergados de siempre.

En marco de esta nueva realidad, rescato parte de una conversación que mantuve con mi hijo Fernando, tocayo del mburuvicha electo de Paraguay, sobre los cambios que deberían darse en el país a partir del la segunda quincena del octavo mes de este año.

- Papá, tocayo Lugo dijo días pasados que no le gusta Mburuvicha Roga y que prefiere quedarse a vivir en su casa de Lambaré, ¿está bien eso?.

- ¡ Me parece excelente!. Ojalá que siga viviendo en Lambaré y convierta a Mburuvicha Roga en un hogar para indígenas, mendigos, niños de la calle o locos sueltos inofensivos.

- Creo que el Instituto Nacional del Indígena (Indi) debería mudarse ahí.

- Tenés razón hijo, sos un pendejo inteligente. Ese lugar es amplio y arbolado, especial para que los pobres olvidados indígenas puedan vivir con dignidad.

- Claro, de esa forma dejarán de dañar las plazas Italia o Uruguaya cuando vienen a Asunción. En Mburuvicha Roga también se podrán realizar ferias de productos artesanales de las distintas etnias o comunidades nativas.

- Papá, ¿y cómo sería la seguridad de tocayo en Lambaré?, su casa no es un búnker y él necesita de la protección que posee Mburuvicha Roga.

- Eso es fácil. Tu tocayo puede firmar un decreto y convertir a su zona en "Barrio Mburuvicha" y establecer un sistema de control a partir de varias cuadras de la casa.

- Eso causará molestia a sus vecinos…

- Creo que no. Sus vecinos estarán contentos porque tendrán la garantía de que mejorará la protección para ellos. También se puede elaborar un proyecto turístico para calles, plazas o baldíos de "Barrio Mburuvicha", con guías turísticos de la zona. Eso puede atraer a los extranjeros, potenciar el turismo y dar trabajo a gente del barrio.

- Papá, y si ocurre eso, ¿qué pasará con el Ministerio de Defensa y la sede del Regimiento Escolta Presidencial?

- Deberían convertirse en liceos, escuelas, colegios o asilos u hospitales.

- ¿Y los tanques, las armas?

- Tendrían que ser desarmados y fundidos en los altos hornos de Aceros del Paraguay (Acepar), en Villa Hayes. Esos tanques, fusiles y morteros no sirven para nada, son más viejos que el tatarabuelo de Iván. Los asaltantes de Tacumbú tienen mejores y modernas mortales armas.

- ¿Y qué podría pasar con los generales, coroneles, tenientes y soldados del Ministerio de Defensa y la actual Guardia Presidencial?

- Los mejores tendrían que integrar el batallón de seguridad en el nuevo "Barrio Mburuvicha. Los desobedientes y barrigones tendrían que ser comisionados a las granjas de los cuarteles, a cultivar en las huertas, criar y cuidar gallinas, patos, conejos, ovejas, vacas y chanchos.

- Buena idea. Creo que llegó el verdadero cambio.

Así terminó parte de la conversación que obligó a formular las siguientes preguntas:

- ¿Cree que puede ser posible la creación del "Barrio Mburuvicha" en Lambaré.

- ¿Debería convertirse Mburuvicha Roga en un sitio de refugio y ayuda para indigentes?

- ¿Qué opina?

- ¿Quiere opinar?

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