De nueve secuestros registrados recientemente en Paraguay, ocho de esos casos se sucedieron en Ciudad del Este, capital del departamento del Alto Paraná, territorio donde maleantes y policías tratan de cumplir el mejor de sus desempeños.
El rosario de plagios sigue sin aclararse y esa situación multiplicó comentarios, discusiones y debates como que el protagonizado por estas personas:
Policarpo - Ahora que me acuerdo, los secuestros comenzaron en Paraguay en noviembre del 2001, dos meses después del atentado contra las torres gemelas de Nueva York.
Fermina - Claro, en aquella ocasión se dijo que hubo una maniobra poligubernamental para implicar en esos hechos a grupos de izquierda y así ganar la simpatía del gobierno norteamericano para recibir plata y poner en marcha un programa de “lucha contra el terrorismo en Paraguay”.
Martín - ¡Eso fue un disparate repetido por varios chiflados!. Todos los autores de ese hecho criminal fueron condenados, la Justicia actuó como se esperaba y los culpables recibieron las condenas que se merecen.
Fermina - Si, pero quedaron algunas dudas y dos tipos se asilaron en Brasil con relación a ese caso, el mismo presidente Lula los protege. Ni el Tendotá pudo conseguir la extradición de esos izquierdistas.
Policarpo - Bueno, dejate de hacer historia, veamos los casos de Ciudad del Este: en menos de tres meses los secuestradores se alzaron con mucho dinero, hasta ahora no se recuperó un solo guaraní y ningún secuestrador “pez gordo” está preso, ¿qué les parece?.
Martín - Los investigadores parecen despistados o no entender nada. La Policía solamente logró detener a implicados en hechos anexos a los secuestros, como a vendedores de chips telefónicos, a supuestos testigos que afirmaron ver a otros que presuntamente observaron a los autores reales. Los detenidos tienen mas pinta de mendigos que de secuestradores.
Fermina - ¿No será que saben demasiado?.
Policarpo - En eso coincido contigo Benjamina. Tu sospecha tiene sustento.
Fermina - Atiendan lo que les digo: En casi todos los secuestros se hicieron anuncios de que están metidos fulano, mengano, zutano, pero nadie está preso.
Policarpo - ¡Eso no es nada!, ¿te acordás del ganadero que apareció después contando con lujo de detalles cómo fue secuestrado?.
Martín - Si, pero para la Policía no existió ese secuestro porque faltó la denuncia formal del hecho. Jurídicamente ese plagio no existió.
Fermina - Si pero, fueron los mismos agentes policiales quienes revelaron a algunos periodistas la existencia de ese secuestro. Tenían controlado el teléfono del ganadero investigado por narcotráfico. ¿Y entonces?, si la Policía sabía, ¿porqué no actuó?.
Policarpo - No fue la Policía, fueron agentes antidrogas
Fermina - ¡Pero con mayor razón!. ¡Debían de actuar ya!, ¡ de oficio!. Debieron haber actuado de inmediato.
Martín - Pero faltaba la denuncia shamiga. Ellos se rigen por un sistema legal. Se deben cumplir ciertos formalismos que exige la ley. En todo estado de derecho y democrático, las formas son esenciales. Eso debes saber Fermina, ¡por favor!.
Fermina - ¿Porqué defendés la inoperancia e ilicitud?. ¿Acaso recibís algún salario de esos inoperantes para justificar semejante barbaridad?.
Policarpo - Coincido contigo Fermina, se debió actuar de inmediato, aunque sea para despejar dudas y evitar que la gente o nosotros sospechemos de ellos. Hasta ahora existen más dudas en torno a los investigadores que sobre los acusados.
Fermina - Dicen que los principales acusados están plenamente identificados, cercados, a punto de caer, etcétera. A todo me parece un gran circo.
Martín - No seas así, debemos creer en nuestras autoridades Fermina, ellos se desvelan por nosotros, no duermen, investigan, patrullan, controlan, nos cuidan.
Benjamina: ¡Yaguá!
De esa forma finalizó el pequeño debate sobre los últimos secuestros en Ciudad del Este que sigue generando interrogantes.
- ¿Se puede sospechar de las autoridades en los casos de secuestros comentados ?.
- ¿Tiene razón Fermina ?.
- ¿Está de acuerdo con Martín?.
- ¿Cree que Policarpo está en lo cierto?.
Policarpo - Ahora que me acuerdo, los secuestros comenzaron en Paraguay en noviembre del 2001, dos meses después del atentado contra las torres gemelas de Nueva York.
Fermina - Claro, en aquella ocasión se dijo que hubo una maniobra poligubernamental para implicar en esos hechos a grupos de izquierda y así ganar la simpatía del gobierno norteamericano para recibir plata y poner en marcha un programa de “lucha contra el terrorismo en Paraguay”.
Martín - ¡Eso fue un disparate repetido por varios chiflados!. Todos los autores de ese hecho criminal fueron condenados, la Justicia actuó como se esperaba y los culpables recibieron las condenas que se merecen.
Fermina - Si, pero quedaron algunas dudas y dos tipos se asilaron en Brasil con relación a ese caso, el mismo presidente Lula los protege. Ni el Tendotá pudo conseguir la extradición de esos izquierdistas.
Policarpo - Bueno, dejate de hacer historia, veamos los casos de Ciudad del Este: en menos de tres meses los secuestradores se alzaron con mucho dinero, hasta ahora no se recuperó un solo guaraní y ningún secuestrador “pez gordo” está preso, ¿qué les parece?.
Martín - Los investigadores parecen despistados o no entender nada. La Policía solamente logró detener a implicados en hechos anexos a los secuestros, como a vendedores de chips telefónicos, a supuestos testigos que afirmaron ver a otros que presuntamente observaron a los autores reales. Los detenidos tienen mas pinta de mendigos que de secuestradores.
Fermina - ¿No será que saben demasiado?.
Policarpo - En eso coincido contigo Benjamina. Tu sospecha tiene sustento.
Fermina - Atiendan lo que les digo: En casi todos los secuestros se hicieron anuncios de que están metidos fulano, mengano, zutano, pero nadie está preso.
Policarpo - ¡Eso no es nada!, ¿te acordás del ganadero que apareció después contando con lujo de detalles cómo fue secuestrado?.
Martín - Si, pero para la Policía no existió ese secuestro porque faltó la denuncia formal del hecho. Jurídicamente ese plagio no existió.
Fermina - Si pero, fueron los mismos agentes policiales quienes revelaron a algunos periodistas la existencia de ese secuestro. Tenían controlado el teléfono del ganadero investigado por narcotráfico. ¿Y entonces?, si la Policía sabía, ¿porqué no actuó?.
Policarpo - No fue la Policía, fueron agentes antidrogas
Fermina - ¡Pero con mayor razón!. ¡Debían de actuar ya!, ¡ de oficio!. Debieron haber actuado de inmediato.
Martín - Pero faltaba la denuncia shamiga. Ellos se rigen por un sistema legal. Se deben cumplir ciertos formalismos que exige la ley. En todo estado de derecho y democrático, las formas son esenciales. Eso debes saber Fermina, ¡por favor!.
Fermina - ¿Porqué defendés la inoperancia e ilicitud?. ¿Acaso recibís algún salario de esos inoperantes para justificar semejante barbaridad?.
Policarpo - Coincido contigo Fermina, se debió actuar de inmediato, aunque sea para despejar dudas y evitar que la gente o nosotros sospechemos de ellos. Hasta ahora existen más dudas en torno a los investigadores que sobre los acusados.
Fermina - Dicen que los principales acusados están plenamente identificados, cercados, a punto de caer, etcétera. A todo me parece un gran circo.
Martín - No seas así, debemos creer en nuestras autoridades Fermina, ellos se desvelan por nosotros, no duermen, investigan, patrullan, controlan, nos cuidan.
Benjamina: ¡Yaguá!
De esa forma finalizó el pequeño debate sobre los últimos secuestros en Ciudad del Este que sigue generando interrogantes.
- ¿Se puede sospechar de las autoridades en los casos de secuestros comentados ?.
- ¿Tiene razón Fermina ?.
- ¿Está de acuerdo con Martín?.
- ¿Cree que Policarpo está en lo cierto?.
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